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Un estudiante es la quinta víctima de protestas en Brasil

Otras seis personas resultaron heridas en enfrentamientos con la policía en Belo Horizonte.

24horas.cl Tvn

Jueves 27 de junio de 2013

Un joven que cayó de un viaducto en la protesta que terminó con enfrentamientos con la policía este miércoles en la ciudad brasileña de Belo Horizonte -donde jugaron Brasil y Uruguay la primera semifinal de la Copa de las Confederaciones- murió este jueves en el hospital, según informó la policía.

El estudiante, Douglas Henrique de Oliveira, de 21 años, murió víctima de múltiples fracturas, convirtiéndose en la quinta víctima mortal de las protestas que comenzaron el pasado 6 de junio en Sao Paulo y que se extendieron por todo el país.

Al menos otras seis personas resultaron heridas y 24 fueron detenidas por los enfrentamientos en los alrededores del estadio de Mineirao.

La marcha, en la que participaron unas 50.000 personas, partió del centro de Belo Horizonte y transcurrió de forma pacífica hasta los últimos tramos, según la cadena local O Globo.

Más de 5.000 miembros de la policía y 1.500 militares estaban desplegados alrededor del estadio  formando varios cordones de seguridad, para impedir que los manifestantes llegaran a la sede de la Confederaciones.

Los disturbios comenzaron cuando un grupo de encapuchados saltó el cordón de seguridad establecido en la Avenida Antonio Carlos, lanzando piedras y cócteles molotov contra las autoridades, que respondieron con gases lacrimógenos.

Manifestantes atacaron varios locales comerciales, sobre todo concesionarios, iniciado varios incendios que fueron pronto sofocados por el Cuerpo de Bomberos.

Un pequeño grupo de manifestantes se presentó en el hotel donde estaba concentrada la selección de fútbol de Brasil para pedir a los jugadores que no disputaran el partido contra Uruguay, en apoyo a las protestas sociales.

El pasado 6 de junio, de forma pacífica en Sao Paulo, miles de personas salieron a la calle por la subida del precio del transporte público. Una semana después esas manifestaciones se tornaron en violentas marchas por la represión de la Policía Militar.

Los brasileños tomaron las calles de las principales ciudades para protestar, ya no solo por estas tarifas, sino también por los efectos sobre la Hacienda Pública de la Copa Confederaciones, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016 y por los deficientes servicios públicos.

Millones de personas han seguido con las manifestaciones en las grandes ciudades, dejando un saldo de cinco muertos y decenas de heridos y detenidos. Además, ha habido graves disturbios, como los intentos de asalto al Congreso, al Ministerio de Exteriores y a ayuntamientos.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, propuso la celebración de un referéndum que siente las bases de una reforma constitucional en la que se planteen, entre otras cuestiones, la mejora de los servicios públicos y la lucha contra la corrupción.