El mismo día en el que se conmemoraba el aniversario numero 26 del desastre de Chérnobil, en Moscú cientos de personas informaban a través de la redes sociales que una misteriosa nube verde se posó sobre la ciudad. La coincidencia provocó una serie de especulaciones que fueron desmentidas por las autoridades.
Mientras muchos sugirieron que podía ser un accidente químico o incluso el apocalipsis, las autoridades rusas explicaron que el rápido aumento de las temperaturas "hizo florecer a varias especies de árboles, causando un polen entre amarillo y verde, que cubrió calles, ventanas y automóviles." Indicaron, además, que este elemento natural sólo era nocivo para quienes sufren de alergias y asma.