Sin duda es un religioso fuera de lo común.
El padre mexicano Adolfo Huerta Alemán no sólo llama la atención por su cabello largo, su gusto por la cerveza o su estilo rockero. El religioso también ha obtenido fama gracias a que el Vaticano lo castigó tras haber, supuestamente, admitido que mantuvo relaciones sexuales.
El sacerdote, conocido como el "padre Gofo", habría declarado que es activo sexualmente en una entrevista, en que habría dicho que practica sexo con frecuencia.
En un comunicado enviado por la diósesis de Saltillo y publicado por el diario El Mundo, la autoridad religiosa aclaró que "no están comprobados los delitos de los que se acusa al padre Huerta Alemán, y que surgen tras una entrevista que tuvo tres horas de duración, misma por la que el periodista ha reportado un audio de siete minutos, sin que se incluyan afirmaciones publicadas en las notas periodísticas".
El "padre Gofo" fue enviado a un "periodo de reflexión", aunque continuará con su estatus religioso.
Respecto a la sanción, el sacerdote señaló que se aferraba "a la fe como una motivación de significado de vida, no tanto a un dios o una religión, si no existe Dios me vale madres, a mi la fe me motiva a buscar un significado para llegar a mejorar nuestras relaciones humanas y que esto me ayude a ser mejor ser humano".