La viuda de uno de los pilotos de los aviones secuestradosen 2001 en Nueva York, que se usaronpara perpetrar los atentados del 11-S,murió por una sobredosis de drogas y alcohol, según un informe forense emitidocasi cuatro meses después de su deceso.
Sandy Dahl, de 52años, murió el 25 de mayo de este año por una insuficiencia cardiaca, según seinformó en ese momento. Pero un informe de autopsia conocido ahora establecióque la falla cardiaca fue producto de una combinación de medicaciónrecetada y alcohol.
En su torrente sanguíneo se hallaron rastros deantidepresivos, ansiolíticos, tranquilizantes y otros medicamentos además dealcohol.
El marido de Sandy era JasonDahl, capitán del vuelo 93 de United,que la mañana del 11 de septiembre de 2001 viajaba desde Newark (Nueva Jersey) a San Francisco, y que se estrelló en Pensilvania luego de que un grupo depasajeros se enfrentaran a los secuestradores. Se cree que los cuatroterroristas que habían tomado control del avión querían estrellarlo contra laCasa Blanca o el Capitolio, en WashingtonD.C.
Sandy Dahl había fundado un fondo de becasen honor a su marido para financiar estudios de jóvenes pilotos en escuelas deaviación. También había asumido vocerías en actividades de recuerdo de laspersonas que murieron en el vuelo 93 y promovido homenajes como un memorial parahonrar la heroica acción de los pasajeros.
El año pasado Dahldio una entrevista al diario The DenverPost en la que dijo que su papel público significaba no poder alejar de sumente el 11-S. Contó que sufría pesadillas y que había sido diagnosticada conun trastorno de estrés post-traumático.
"Normalmente,las personas tienen un memorial y con eso el dolor comienza a quedar atrás. Peropara mí eso nunca desaparecerá", dijo al periódico poco antes del 10° aniversariode los ataques.