Una voluntaria belga, Amandine Lequime, fue atacada por un guepardo cautivo en un parque de conservación de Sudáfrica, cuando la joven filmaba el exterior de la jaula del felino mientras un compañero estaba por alimentarlos.
En el registro, se aprecia cuando el guepardo se dirige hacia Amandine luego de que abrieran la puerta de su sector. Tras ello, el animal saltó sobre la espalda de la joven.
Según explicó Lequime, cuando cayó al piso el felino la siguió mordiendo y arañando en sus brazos y piernas, hasta que lograron separarlo de la joven.
Amandine Lequime was filming outside of the cheetah’s enclosure, while her colleague was on feeding duty. As soon as her colleague opened the enclosure gate, one of the cheetahs approached Lequime swiftly, jumped on her back aiming for her throat. @TimesLIVE pic.twitter.com/dsb7A1RWoP
— Nivashni Nair (@NivashniNair) July 8, 2021
Debido a sus heridas —múltiples cortes y mordidas profundas— Amandine fue trasladada hasta un hospital, sin riesgo vital, explicó TN.
Posteriormente, supo que dos años antes el mismo guepardo había atacado al administrador del recinto, provocándole heridas en el cuello y piernas.
Pese a que en el parque de conservación le solicitaron que no comentara el incidente, ella sostuvo que quería evitar que algún otro compañero o compañera pasara por "experencias de lucha similares", indicando que "la gente debe entender que estar cerca de los animales salvajes es atractivo, pero no seguro”.
Tras lo sucedido, la directora de campaña de la organización Blood Lions, doctora Louise de Waal, expresó su preocupación por este tipo de hechos y cuestionó las instalaciones.

Referencial.
Según afirmó, múltiples personas pagan por visitar recintos similares, e incluso se ofrece la oportunidad para interactuar con los animales y alimentarlos. Ello, sostuvo De Waal, conlleva "enormes riesgos para la salud y la seguridad”.
Además, expresó que este tipo de instalaciones, conocidas como "santuarios", están diseñados de forma incorrecta y carecen de mecanismos de seguridad que puedan separar a los animales de las personas. Aseveró que una de las razones de los ataques se debe a los altos niveles de estrés de los animales, quienes experimentan "situaciones antinaturales" al no estar en la naturaleza.