El submarino argentino ARA San Juan zarpó desde Ushuaia en noviembre de 2017 con destino a Mar del Plata. Sin embargo, en la profundidad del mar se apagó el sueño de 44 submarinistas que venían de distintos sectores del país.
Un equipo de "Zona cero" viajó al país trasandino para investigar las causas de este misterioso hecho que aún mantiene cabos sueltos. Jorge Bergallo, ex comandante del ARA San Juan, perdió a su hijo Jprge Ignacio en la tragedia, quien en ese momento era el segundo al mando del sumergible.
Para este hombre, os tripulantes navegaron bajo las aguas "casi sin darse cuenta de que iban a morir, pero plenamente conscientes de que corrían un riesgo enorme en un momento de noche, temporal, lluvia, etc".
Apenas se supo del extravío, se montó un gran operativo que incluyó la colaboración de19 países. María, esposa del submarinista Germán Suárez, dice que su marido le advirtió varias veces de los desperfectos del submarino.
Esta taeoría se suma a las de otros familiares que sospechan que el ARA San Juan fue hundido, que no sufrió una implosión como dice la versión oficial de la marina argentina.
"A veces pienso que sabían que estaban ahí", señala Andrea Mereles, esposa de otro tripulante fallecido, ya que tiene muchas dudas sobre lo ocurrido considerando que su pareja estaba raro los últimos días: "Habían descubierto una embarcación extranjera y a las horas tenían un submarino inglés siguiéndolos", sostiene.
En concreto, todavía circulan teorías que apuntan a la acción de otros países.