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El chileno no alcanzó un puntaje que le permitiera optar al olimpo de la gimnasia mundial. De todas formas, ¡Gracias Tomás!

Elkjaer Lobos

Lunes 6 de agosto de 2012

Todo un país estaba detrás de Tomás González, sin embargo, el mejor gimnasta de la historia de Chile no logró medalla en la final de salto de Juegos Olímpicos de Londres 2012.

En sus dos ejecuciones en el North Greenwich Arena, González obtuvo una puntuación general de 16.183, el que por momentos lo tuvo con el bronce en el cuello, pero el salto del último gimnasta lo privó de subirse al podio.

En su primer brinco, el triple carpado hacia atrás que tenía un valor de partida de 17.00, su puntuación fue de 16.400.

Para su segundo salto, el Yurchenko mortal extendido doble giro y medio con un valor de partida de un tanto menor que el anterior (16.6), los jueces le dieron una valoración de 15.966 que promediado con su primer intento le permitieron ubicarse momentáneamente en el bronce olímpico.

Sin embargo, faltaba el salto del gimnasta de Corea del Sur Hak Seon Yang. En su primer salto, los jueces le dieron una puntuación de 16.466, pese a la mala recepción que tuvo. Su segundo brinco fue notable y los jueces le dieron 16.600, el que finalmente le dio el oro y desplazó la lista hacia abajo, dejando a González en el cuarto puesto.

La plata se la llevó el ruso Denis Ablyazin con un puntaje ponderado de 16.399, mientras que el bronce se lo adjudicó el ucraniano Igon Radivilov con 16.316.

Pese a este resultado igual Tomás González dejó bien parado en nombre de Chile, ya que nunca nuestro país había optado a esta instancia olímpica.

Tomás logró una proeza que quedará grabada a fuego en la memoria de todos. En la suya, en la de su familia, en la de su cuerpo técnico, en la de sus amigos, cercanos y en la de todo un país que hoy se pone de pie para aplaudir su increíble actuación y sobre todo para gritar fuerte, claro y para siempre ¡Gracias Tomás!.