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Nicolás Maduro no acudirá este septiembre a la Asamblea General de las Naciones Unidas

El presidente venezolano descartó ir a Nueva York, pero estará presente a través de la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el canciller Jorge Arreaza. Según Maduro, este año no asiste para seguir “trabajando en Venezuela”, cuya agenda será “intensa”.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 31 de diciembre de 1969

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no viajará a Nueva York este septiembre y no hará presencia en la Asamblea General de la ONU, para su 74° periodo de sesiones. En su lugar, ha decidido enviar como representantes a la vicepresidenta Delcy Rodríguez y al canciller Jorge Arreaza.

“Yo fui el año pasado a Nueva York, este año no voy a ir, este año me quedo con ustedes trabajando en Venezuela, bien seguro y bien tranquilo. Va Delcy junto al canciller, a llevar nuestra voz, nuestra verdad, la voz de Delcy y del canciller son voces de grandes quilates conocidos en el mundo”, expresó Maduro, en un acto con simpatizantes del chavismo.

El argumento de su ausencia es la propia Venezuela. De acuerdo con el mandatario, este mes tendrá “mucho trabajo por la patria, para defender la paz, para seguir llevando adelante todo este plan de recuperación, crecimiento, prosperidad social”, en una agenda que ha descrito como “sorpresiva” e “intensa”, en lo que se refiere a defender el país.

En el lugar del presidente Maduro, 12 millones de firmas

El debate general de Naciones Unidas, de carácter anual y con posible participación de sus 193 Estados miembros, con voto para cada uno, tendrá inicio el martes 24 de septiembre. Es relevante porque es el único órgano de la ONU en el que casi todos los países del mundo pueden verse las caras, para tratar la paz, la seguridad, la igualdad, la libertad, y la crisis climática, entre otros asuntos. Por ello la ausencia de Maduro será ruidosa.

Según el organismo, el presidente debía dar su discurso el 26 de septiembre por la tarde, si bien ya no tendrá lugar. Justo cuando en su frontera hay un despliegue de ejercicios militares que miran a Colombia, mientras que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha escuchado al opositor Juan Guaidó para poner sobre la mesa la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un atajo de mediación entre Estados, no exento de intereses y que no cuenta con la aprobación del actual Gobierno del mandatario.

En este contexto, Nicolás Maduro adelantó que Rodríguez y Arreaza llegarán a la ONU con las firmas que su Gobierno dice haber recogido en agosto, en rechazo a las medidas y el bloqueo que EE. UU. ha impuesto a los bienes estatales venezolanos en su territorio. En concreto, se trata de 12 millones de firmas que darán respaldo a una carta que sus representantes harán llegar al secretario general António Guterres.

Unas firmas que salió a defender, negando que su Gobierno haya obligado a los ciudadanos a unirse contra dichas sanciones a cambio de cajas de alimentos básicos subsidiados, tal y como ha afirmado el Departamento de Estado estadounidense.

Y es que EE. UU., y el actual Gobierno de Donald Trump, siguen siendo los principales obstáculos para el Gobierno de Maduro. El año pasado, su discurso en la cumbre estuvo centrado en ellos, acusando a Trump de la crisis que padece Venezuela, pero a la vez ofreciéndole diálogo: “A pesar de las inmensas diferencias históricas, ideológicas y sociales (...) el presidente de Venezuela (refiriéndose a sí mismo) estaría dispuesto a estrechar la mano de Trump y sentarse a dialogar sobre las diferencias y los asuntos de la región”.

Un año después, la relación no ha mejorado en absoluto, ni con EE. UU. ni con los países de la OEA. Y en las palabras de Maduro, por más que no vayan a resonar en la Asamblea de Nueva York, sigue habiendo crítica, y el reclamo de “traer la verdad (sobre) una campaña política y mediática que parece no tener fin” en Venezuela.

Con EFE