Veinte años han pasado desde que miles de chilenos sufrieron las consecuencias del aluvión de Peñalolén.
La Quebrada de Macul hace dos décadas marcó para siempre a los vecinos de los sectores de Tobalaba, Lo Hermida, Peñalolén y La Florida, quienes recuerdan que sorprendidos y desesperados intentaban escapar de las rocas y el mortal barro.
La furiosa naturaleza no respetó absolutamente nada, donde habitualmente nevaba llovió, bastaron 18 milímetros para que la fuerza de la corriente arrasara con los sectores más pobres cercanos a la precordillera de la capital.
La mañana del 3 de mayo de 1993 un aluvión provocó la muerte de 23 pobladores y aún hay una decena de desaparecidos y familiares que jamás podrán conformarse por la realidad.
Este viernes aquellos vecinos que sobrevivieron a la catástrofe le rindieron un homenaje a quienes perdieron la vida bajo el barro.
Todos los detalles de la conmemoración del fatal aluvión en la nota de la periodista María José Del Solar.