"Era como el Caballo de Troya porque nadie se iba a imaginar que una persona iba a estar horas en un cajón para esperar que nadie esté vigilando y ahí hacer sus fechorías".
Es la insólita comparación de Carlos Calderón, el agente de la oficina de Tur Bus Cargo en la comuna de Futrono, en la Región de Los Ríos, quien se percató del insólito plan de un grupo de cinco delincuentes, el que terminó siendo un desastre.
Cuatro individuos llegaron hasta su oficina en un horario en el que no se podía enviar encomiendas. Pese a su negativa inicial para aceptar el paquete grande que decía "frágil", lograron convencerlo.
Así, el hombre dejó al paquete sin pensar que en su interior estaba el quinto asaltante quien, a través de unos orificios, miraba hacia el exterior y respiraba.
Apenas Carlos Calderón abandonó la oficina, el sujeto salió de su caja para buscar una caja fuerte. Sin embargo, este elemento no contenía dinero, algo que seguramente lo frustró tanto que el sujeto terminó huyendo del lugar.
En resumen, y pese a todo su esfuerzo, los sujetos no lograron robar nada.