Al menos 16 mujeres denuncian que fueron estafadas por una ciudadana que decía ser enfermera y prometió hacerles un tratamiento estético que terminó por dañar su salud.
Ignacia Torres es una de ellas, una joven que acudió para engrosar su labio superior y que al día siguiente del procedimiento tuvo serios problemas de salud. "Empecé con dolor de cabeza, con vómitos, no podía comer", relata agregando que el producto que la mujer puso en sus labios se endurecía o ablandaba en diferentes formas. "Con los helados se me ponía muy muy duro", describe.
Las ciudadanas se sometieron a los procedimientos en "La Casa Oficial del Plasma", donde pagaron alrededor de 170 mil pesos para un tratamiento que supuestamente constaba en la inyección de ácido hialurónico, sin embargo cuando Ignacia hizo la denuncia de sus problemas vía redes sociales se enteró de que otra de las afectadas tenía silicona industrial en su rostro.
"Es algo muy muy grave, hemos visto por años el tema y siempre volvemos a la misma circunstancia: confían en personas que no son médicos", dice Claudio Thomas el presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica recordando a los pacientes que pueden revisar los certificados y especializaciones de los trabajadores de la salud ingresando su nombre y apellido en la web de la Superintendencia de Salud.
"No me da rabia, me da pena que jueguen con la salud", dice Ignacia mientras el doctor Thomas plante una carencia: "Seguimos esperando leyes más fuertes que castiguen significativamente (estas prácticas)".