Este invierno las enfermedades respiratorias han atacado con fuerza y cada vez son más los servicios de urgencia operando al límite con pacientes hospitalizados en camillas o esperando atención durante varias horas.
“Tenemos alrededor de tres a cuatro días de promedio con campañas anteriores (hospitalización) En este momento estamos sobre los cuatro o cinco días y eso nos atora el sistema“ aseguró el doctor Ignacio Abusleme, Subdirector médico del Hospital Félix Bulnes.
El Hospital Felix Bulnes debió reconvertir más de 70 camas en menos 2 semanas. El Hospital Calvo Mackenna debió aumentar sus cupos en 30 más. La posta de urgencia del Hospital San Juan de Dios, también hizo un esfuerzo adicional para acoger la demanda de internación, con 30 camas adicionales. Todo, postergando cirugías de menor complejidad para priorizar la atención de infecciones respiratorias graves. Aunque no es el ideal hasta las camillas de urgencia son habilitadas como espacios para internar a los que lo requieren.
Las autoridades pidieron disculpas públicas por las prolongadas esperas y solicitaron la colaboración de los usuarios, para enfrentar lo que hasta ahora se presenta como una de las temporadas más críticas para la red asistencial tanto pública como privada.
“Aquellos que han tenidos esperas, por lograr una consulta en la sala de espera les pido disculpas, les pido y solicito colaboración, para que los hospitales puedan seguir atendiendo a los enfermos más graves, a los más críticos”, dijo el Doctor Luis Castillo, Subsecretario de Redes Asistenciales.
Aunque el 60% de las atenciones que se otorgan en los servicios de urgencia no corresponde a emergencias de riesgo vital, la aumentada demanda por atención genera tacos en el flujo y las esperas se hacen eternas.
La falta de camas para hospitalizar a los pacientes más graves es una constante por estos días. Algunos esperan en las camillas de las propias ambulancias que los trasladan. Las autoridades comprometieron mejorar los canales de comunicación con los pacientes, de tal manera de orientar una atención más ágil y expedita, ante la proximidad de semanas en que aún se prevee que continúe la elevada circulación de infecciones respiratorias agudas.