Amnistía Internacional afirmó que tras el estallido social en Chile se registró una crisis de derechos humanos que no se veía desde la dictadura de Augusto Pinochet. La organización dio a conocer hoy su informe anual sobre la situación de DD.HH. en América.
Según Amnistía Internacional, al menos 210 personas murieron violentamente en el contexto de protestas en las Américas: 83 en Haití, 47 en Venezuela, 35 en Bolivia, 31 en Chile, ocho en Ecuador y seis en Honduras.
“El año 2019 trajo consigo un nuevo ataque a los derechos humanos en gran parte de las Américas, con dirigentes intolerantes y cada vez más autoritarios que recurrían a tácticas cada vez más violentas para impedir a las personas protestar o buscar seguridad en otro país”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
En el caso de Chile, "tras el estallido social han proliferado las protestas en exigencia de una sociedad más justa y equitativa. Ante esto, las autoridades han respondido- en gran medida- criminalizando y castigando ferozmente a quienes se movilizan".
"Si bien muchas tácticas violentas de las fuerzas policiales se habían denunciado ya en diferentes períodos de la historia reciente, el país no conocía una crisis de derechos humanos de tal envergadura desde el fin de la dictadura de Pinochet", aseguró Amnistía.
"En consecuencia, el Ejército y la policía hirieron deliberadamente a manifestantes para desalentar la disidencia, mataron al menos a cuatro personas e hirieron de gravedad a miles más", añadió.
