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Angie de Krassnoff: "Estamos en una cárcel, no un hotel"

La esposa del brigadier condenado por violaciones a los Derechos Humanos denuncia que su esposo no pudo enterrar a su hija menor, muerta hace cuatro meses.

Elkjaer Lobos

Jueves 26 de septiembre de 2013

"No hay duda alguna que estamos en una cárcel y no en un hotel o resort, estamos en una cárcel y digo estamos, porque toda la familia ha sido sometida injustamente a esta privación de libertad".

Así empieza la carta publicada por Angie de Krassnoff, esposa del brigadier de Ejército Miguel Krassnoff, quien se encuentra recluido en el penal Cordillera tras ser condenado por su implicación en una serie de violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura de fallecido general Augusto Pinochet.

En la misiva, Angie de Krassnoff se encarga de desmentir algunas situaciones respecto a lo que enfrenta su esposo y el resto de los militares en retiro que se encuentran en el recinto que podría ser cerrado por el Presidente de la República, Sebastián Piñera.

Según la mujer del brigadier, la carta es una respuesta "ante tantas falsedades, falta de voluntad para indagar la verdad, odios y venganzas" señaladas "irresponsablemente por diferentes personas del acontecer nacional".

"Pongo en conocimiento de ustedes los que nos atañe como familia, ante este nefasto show armado por un supuesto almuerzo de apoyo, homenaje, celebración o cualquier o cuando término han empleado, para confundir a la opinión pública con hechos inexistentes para con nuestra familia", señala el escrito en directa alusión al fallido almuerzo de camarería.

Respecto a este evento, la esposa indica: "No sé de qué están hablando, en circunstancias que, aún nos encontramos con el dolor vivo, ante el doloroso fallecimiento de nuestra hija menor, Lorena, hace recién cuatro meses atrás. ¿Me pueden explicar qué vamos a celebrar o qué se puede celebrar ante tanta tristeza e irreparable pérdida???? ¡Por favor! Sean dignos y confiables alguna vez en la vida y no jueguen con los sentimientos profundos y verdaderos de las personas. A nosotros como padres, se nos impidió sepultar a nuestra hija juntos, unidos en el dolor y la congoja del terrible momento que tuvimos que vivir, en circunstancias que a todo interno o reo como se les llama en Gendarmería, se les permite asistir a los entierros de sus familiares cercanos. ¿Por qué se nos impidió a nosotros ? Saben ustedes que mi marido no conoce el lugar donde ella está enterrada. Piénsenlo y díganme de qué igualdad ante la ley me hablan. Para nosotros no existe el Estado de Derecho".

Pero la mujer del ex integrante de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) no se queda ahí y también se refiere a los supuestos "lujos" a los que puede acceder su esposo en el recinto penitenciario.

"Sabemos y estamos muy conscientes desde hace un largo tiempo ya del lugar en que estamos. No hay duda alguna que estamos en una cárcel (...) toda la familia ha sido sometida injustamente a esta privación de libertad, ante la no aplicación de las leyes vigentes, que sí han funcionado solamente, para los terroristas y marxistas, organizados en un ejército irregular antes del 11 de Septiembre de 1973 y que tenían sumido al país en un estado inmanejable por el gobierno de la época", dice la carta.

Siguiendo con su relato, Angie de Krassnoff indica que "las personas que allí (en el Penal Cordillera) se encuentran, viven en cabañas compartidas, a excepción del Gral. M. (Manuel) Contreras".

"Cada uno cuenta con una pequeña pieza con una cama decente, proporcionada por Gendarmería, se comparte: un baño, un lavaplatos y una mesa donde comer, no existen comedores, ni salones, ni tampoco se cuentan con cocina, solo con microondas para poder calentar las comidas (...) En el patio, existen pagodas, tipo carpas, llevadas por cada familia, para poder reunirse con cada uno de ellos, tanto invierno, como verano dada la estrechez de las cabañas. Sinceramente, no sé, si se puede hablar de hotel cinco estrellas. No existen piscinas, ni multicanchas, ni salas de gimnasia, ni menos quinchos para efectuar asados, como lo mencionó el diputado Enrique Accorsi".

Y respecto a la cancha de tenis, agrega: "Hay una antigua y mala cancha de tenis, que es ocupada por Gendarmería y alguna vez por algunos de los residentes. Contamos solamente, con un antiguo espacio techado, donde felizmente se efectúa durante todo el año y cada 15 días, la Santa Misa y celebramos allí, una liturgia con mucho recogimiento, el Domingo de Resurrección y el Nacimiento de Jesucristo el 25 de Diciembre. No hay más que eso".

Finalmente, hace un llamado a los diputados de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, que visitaron el recinto penitenciario.

"Creo sinceramente, que los diputados que asistieron al penal y como componentes de la Comisión de los DD.HH. de la Cámara, deberían bregar por una mejor calidad a nivel nacional, de establecimientos carcelarios y de vida de todos los internos en los diferentes penales del país, para que así, los reclusos que obtengan la libertad, sean útiles a la sociedad en el día de mañana y no salgan con resentimientos y con más escuelas del delito a su haber", culmina la carta.

REVISA EL DETALLE DEL TEXTO SOBRE PRIVILEGIOS :

REVISA LA CARTA DE KRASSNOFF PUBLICADA EL 24 DE SEPTIEMBRE: HAZ CLICK ACÁ

Foto: Agencia Uno