Un grupo de apoderados del Liceo Chileno-Alemán de la comuna de Ñuñoa, en la Región Metropolitana, se encuentra haciendo guardia para impedir una nueva toma de ese recinto.
La medida lleva tres días y pretende lograr que este lunes se reinicien las clases en el liceo.
De hecho, recién el jueves pasado se terminó la toma del recinto, la que había durado un mes.
Los cerca de 40 apoderados que resguardan el colegio denuncian que durante la noche de ayer domingo fueron atacados por un grupo de jóvenes.
De acuerdo a su relato, los sujetos estaban encapuchados y estaban armados con palos y piedras.
"Nosotros estábamos acá adentro resguardando nuestro colegio en forma pacífica, conversando y llega esta turba, no los llamaría jóvenes porque son unos delincuentes que andan libremente por las calles, y empezaron a agredirnos sin hacerles nada más que impedirles que entren", dijo un apoderado a radio Cooperativa.
Según los apoderados, tienen poco apoyo de Carabineros y del alcalde de la comuna, Pedro Sabat.
Esto porque en el último ataque -según denuncian- tuvieron que resistir solos y por 15 minutos los ataques de los encapuchados, quienes portaban piedras y palos.
Ellos acusan que detrás de este ataque se encuentran grupos anarquistas que influyen en el movimiento estudiantil.
Esta movilización se suma a las tomas del Liceo Barros Borgoño y de la Casa Central de la Universidad de Chile.