El carnaval y las celebraciones de Año Nuevo en el puerto de Valparaíso parecen no acabar.
Luego de una noche llena de colores, fuegos de artificio, abrazos y brindis, miles de personas siguen en las calles de la ciudad a la espera de que se normalice el transporte público para regresar a sus hogares o para ir a visitar a los amigos y familiares, donde continuar la fiesta.
Sin embargo, como en otras ocasiones, la suciedad, los restos de comida, bebidas alcohólicas y hasta prendas de vestir, se reparten por los adoquines y el asfalto del puerto principal. Algunos contenedores dispuestos en medio de la multitud lucen a medio ocupar, mientras a su alrededor los desperdicios abundan.
Otros, eufóricos aún, vociferan o suben a lo alto de las fachadas, sin medir riesgos.
Son las postales que deja Valparaíso después de la fiesta de Año Nuevo.