Los ofrecen al detalle y al por mayor pero para concretar la venta es necesario ir a un lugar apartado, pues son ilegales desde el año 2000.
Se trata de los fuegos artificiales, un producto que no sólo es peligroso porque contiene pólvora, sino por la posibilidad de herir a terceros al salir disparado al aire.
Carabineros advierte que sólo pueden ser utilizados en eventos debidamente autorizados y fiscalizados, además de ser manipulados por personas que cuentan con certificación.
Sin embargo, la venta en lugares como el barrio Meiggs, en Estación Central, prolifera en estas fechas. De hecho, ya se registran dos casos de niños quemados por fuegos artificiales en la región Metropolitana.
"Lo lamentamos y nos gustaría que no hubiera ninguno más. Le pedimos a la gente de Meiggs que la corte, no pueden lucrar con la salud de las personas", señaló Jorge Rojas, director de Coaniquem.