El Instituto de Salud Pública ha prohibido el funcionamiento a 11 farmacias por causas relacionadas al incumplimiento de la nueva Ley de Fármacos, durante los últimos 15 días.
La "nueva canela" consiste en una práctica que busca "diagnosticar" a los clientes para que estos compren más medicamentos de los que necesitan, según detalla un instructivo que es entregado a los vendedores.
Estos carteles no están a la vista de los clientes e instruyen al farmacéutico a buscar la complementariedad de la venta, lo que consiste en "identificar los síntomas del cliente" para así recomendar otros productos complementarios.
Representantes de los trabajadores de las farmacias, declaran "vamos a tener que llenarle la bolsa a los clientes" refiriéndose a cómo deben engañar a los clientes para cumplir con los requerimientos impuestos por los dueños de las grandes farmacias.
Esta práctica corresponde a un nuevo modelo de la llamada "canela" o incentivo, cuya existencia fue prohibida por la ley que entró en vigencia este año, la que obligaba a las farmacias a eliminar las comisiones por venta de fármacos.