Cientos de personas inescrupulosas llaman a diario a las centrales de emergencia de los Cuerpos de Bomberos para realizar consultas que no tienen relación con el trabajo de los voluntarios, como preguntar por la restricción vehicular, realizar bromas, insultar, declarar su amor o incluso acosar a las operadoras que están de turno.
Revisa algunas de las pitanzas que recibe Bomberos de Santiago:
"Todos los días hay niños, jóvenes y adultos que llaman al 132 simplemente para molestar a las operadoras, para decir garabatos e insultos, y por la noche improperios hasta acoso de todo tipo", cuenta el segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Mauricio Repetto.
Según estadísticas del Cuerpo de Bomberos de Santiago, de las 1300 llamadas que han ingresado a la fecha al número 132, más de 700 son falsas alarmas.
"El número de falsas alarmas en comparación a años anteriores se ha mantenido. En una escala de 10 llamadas nueve terminan siendo pitanzas por lo que es un tema constante y a la vez preocupante por ser un número gratuito. No existe conciencia en las personas que este número telefónico bien utilizado salva vidas", señala Mauricio Repetto.
Esta situación mantiene preocupadas a las autoridades bomberiles ya que en varias ocasiones las denominadas "pitanzas" han saturado las líneas de emergencia dificultando el trabajo de los voluntarios.
"Las líneas de emergencia son de emergencia y el que las ocupen para molestar genera una demora en contestar al estar las líneas ocupadas, o el informar de una emergencia que en la realidad no existe genera un gasto económico y tiempo en la atención de emergencias", sostiene Repetto.
Para tener una idea de los recursos económicos que pierde Bomberos al acudir a falsos llamados de emergencia, sólo en Santiago "hablamos de varios millones de pesos cuando las falsas alarmas se hacen constantes. Pero se habla de un recurso como el petróleo, horas humanas, y el peligro constante de acudir a una emergencia por las calles con sirenas, lo que hace aun más peligroso la salida de una máquina a una falsa alarma", afirma el segundo comandante.
Proyectos en el Congreso
El pasado 30 de noviembre el presidente de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, Miguel Reyes, acudió a la Comisión de Seguridad Ciudadana y Drogas de la Cámara de Diputados para analizar los proyectos que se han presentado para sancionar las falsas alarmas.
"Hemos hecho un análisis de los dos proyectos y nos quedamos con el segundo porque indudablemente aumenta la pena, sin perjuicio que nos gustaría presentar algunas modificaciones referidas a las agresiones a nuestros voluntarios, puesto que, en muchas ocasiones, son golpeados o insultados por demorarse, lo que nos impide hacer nuestro trabajo, por lo que una sanción sería lo adecuado", sostuvo Miguel Reyes.
Actualmente el artículo 268 bis del Código Penal dispone que "el que diere falsa alarma de incendio, emergencia o calamidad pública a los Cuerpos de Bomberos u otros servicios de utilidad pública, incurrirá en la pena de reclusión menor en su grado mínimo." La pena señalada es de 61 a 540 días de prisión.
Con el proyecto que se encuentra en tramitación se busca aumentar la pena a presidio en su grado máximo y también a solventar los gastos en que se incurriese por esta conducta.