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Carrera solar se toma Atacama y reflota importancia de energías limpias

El evento de autos que funcionan en base a la energía solar comienza este jueves y culmina el 17 de noviembre. Los 20 equipos internacionales encienden sus motores.

24Horas.cl TVN

Miércoles 12 de noviembre de 2014

Este jueves 13 de noviembre 20 equipos chilenos se enfrentarán al desierto más árido del mundo en la tercera versión de la Carrera Solar Atacama, en la que los vehículos recorrerán 1.400 kilómetros con nuevas tecnologías para aprovechar la energía solar en las regiones con el más alto índice de radiación en el planeta.

Esperando despertar la necesidad de desarrollar energías limpias y sustentables para el país, Leandro Valencia, director de Carrera Solar Atacama, expone las características del evento, afirmando que esta es “la única competencia de autos solares de América Latina, convoca a equipos provenientes de distintas lugares del mundo a recorrer el desierto de Atacama en 1.400 kilómetros de competencia, con vehículos que usan menos energía que un hervidor eléctrico”.

Valencia también hace énfasis en que además de cumplir con algunos requisitos de funcionamiento, los autos son sometidos durante tres días seguidos a duras pruebas para resguardar la seguridad de los participantes, “sobre todo en la parte eléctrica y mecánica, en el sentido de que sea estable, que no se generen cortocircuitos, que haya un orden preestablecido dentro del auto, que tengan las salidas de emergencias adecuadas y que el piloto pueda evacuar en menos de 10 segundos”.

La nómina final de la competencia incluye a 20 equipos que superaron todos los obstáculos para realizar su proyecto y avanzaron en el desarrollo de tecnologías con energía solar. Los 15 representantes nacionales competirán con sus pares de Bolivia, Colombia, Ecuador y Japón. Estos estarán divididos en las categorías Híbrido y Evolución, y comenzarán en Pozo Almonte, para terminar en el mismo lugar el 17 de noviembre.

 

Los participantes realizan la revisión técnica en el Autódromo de Alto Hospicio, para comenzar a avanzar por el desierto el jueves 13 de noviembre. En tanto, para los interesados en conocer más del evento en terreno, el próximo jueves se abrirá al público un campamento solar en Calama en donde se podrá participar en talleres de eficiencia energética y conocer a los equipos tras los vehículos de la carrera.

El director de la carrera, advierte que no hay premios en dinero, sin embargo quienes logren ganar la competencia se llevan el honor del triunfo y la experiencia de “hacer innovación tecnológica”.

“En la universidad no se tiene tanta oportunidad de hacer proyectos reales, donde tu metas las manos y termines con algo funcionando, entonces las universidades también aprovechan esta instancia para mostrar que están en la vanguardia tecnológica a nivel nacional”, sostiene Leandro Valencia, indicando también que la iniciativa sirve como preparación para profesionales jóvenes de Chile que serán capaces de desarrollar plantas de energías solares.


Encendiendo motores


En su primera vez participando en la Carrera Solar Atacama, Héctor Novoa, académico de la Escuela de Diseño de la Universidad Diego Portales, comenta que tomaron la decisión de ser parte de la carrera para dar importancia a la sustentabilidad en el desarrollo de energía y poner en práctica el poder “romper el paradigma energético que tiene que ver con los fósiles. El futuro de la movilidad es con inteligencia, tecnología y otra sensibilidad. La carrera es un desafío para ser un aporte desde el foco de la innovación”.

 “Nosotros presentamos el vehículo Pandinus que compite en la categoría Híbrida, una categoría que tiene el desafío de impulsar los autos con dos energías que son gratuitas: la del cuerpo y la del sol”, afirma Novoa.

Por su parte, Gonzalo Pacheco -director ejecutivo del equipo solar de la Universidad de Santiago- afirma que la mayor atracción del concurso recae en el desafío de mostrar nuevas tecnologías y desarrollos, así como la integración de disciplinan que participan en los proyectos.

Con un equipo de 40 personas la Universidad de Santiago pretende sorprender con el Apolo II un auto  que tiene “cerca de un metro de alto, dos de ancho y 4, 5 de largo; este vehículo tiene un ingreso nominal de un kilowatt, 3,85 kilowatt hora de batería y alcanza velocidades de 210 kilómetros por hora. Para la competencia, nuestra estrategia es un buen desarrollo energético”, sentencia Pacheco.