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Caso fraude en el Ejército: Ministra Romy Rutherford dicta acusación contra cuatro funcionarios

La magistrada acusó a Jozo Santic Palomino, Fernando Grossi García, Clovis Montero Barra y María Luisa Gatica Barrio por el perjuicio fiscal de $ 41.342.230

24Horas.cl Tvn

Martes 15 de octubre de 2019

La ministra en visita de la Corte Marcial Romy Rutherford Parentti dictó acusación en contra de cuatro funcionarios del Ejército por su responsabilidad en los delitos de fraude al Fisco y falsedad en materia de administración  militar en la denominada arista Tecnodata III de la investigación que instruye.

La magistrada acusó a Jozo Santic Palomino, Fernando Grossi García, Clovis Montero Barra y  María Luisa Gatica Barrio, por su responsabilidad en los delitos antes señalados y que corresponde a la presentación de un total de 43 facturas falsas entre los años 2011 y 2012  que causaron un perjuicio fiscal de  $ 41.342.230 (cuarenta y un millones trescientos cuarenta y dos mil doscientos treinta pesos).

La investigación de la ministra estableció que los funcionarios del Ejército de Chile, que se desempeñaban respectivamente como director de Finanzas del Ejército, tesorero de la Tesorería del Ejército (TE), subtesorero de la Tesorería del Ejército y jefa de sección del Departamento de Finanzas de la Tesorería del Ejército, durante los años 2011-2012, gestionaron y obtuvieron indebidamente el pago de facturas falsas de la empresa proveedora TECNODATA S.A. con fondos fiscales.

En esas condiciones, las facturas falsas y su pretendida documentación de respaldo también espuria, fueron ingresadas al Departamento de Finanzas, cursándose la tramitación de las mismas, para el posterior pago efectivo del valor de aquellas a TECNODATA S.A.

Luego que el Ejército transfiriera los fondos a la cuenta corriente del proveedor en pago de las facturas falsas, quien hacía las veces de representante de la empresa ante el Ejército, procedió a retirar los dineros, manteniendo una parte de ellos para sí (el correspondiente al IVA y al 15% del valor de la factura), y entregó el resto de los mismos, en efectivo, o bien en especies, al funcionario del Ejército que le había solicitado las facturas.

Todo lo anterior fue realizado con conocimiento y autorización del director de Finanzas del Ejército de la época, quien además, en caso de faltar recursos para el pago de las facturas falsas aludidas, a requerimiento del subtesorero de la Tesorería del Ejército, procedía a autorizar y disponer la entrega de remesas extraordinarias; aprovechándose luego de los dineros así conseguidos, sea por la recepción de los mismos que le eran entregados por el Subtesorero en efectivo, o a través del recibimiento de especies o de servicios que eran pagados con estos recursos, todos obtenidos en forma ilícita.