A la madre deDaniel Zamudio le era imposible contenerla tristeza, La rabia y el dolor sehacía patente mientras escuchaba el crudo relato de los testigos que ayudaron adar con los cuatro sospechosos del crimen de su hijo.
A medida que avanzabael relato las lágrimas eran incontenibles para los progenitores de DanielZamudio , agredido hace exactamente dos meses.
Dos familias que seunieron. Una marcada por el dolor y el sufrimiento de haber perdido a un hijo yla otra con la con la conformidad y latranquilidad de haber hecho lo correcto.