El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido con el 74,9% de los votos en los comicios generales de este domingo, marcados por la ausencia de candidatos de oposición y discrepancias sobre la participación ciudadana.
El exguerrillero sandinista, que el jueves cumple 76 años y está en el poder desde 2007, buscaba su quinto mandato presidencial de cinco años y cuarto consecutivo, entre cuestionamientos a su legitimidad por la detención de siete aspirantes presidenciales de la oposición que se perfilaban como sus principales contendientes y por la eliminación de tres partidos políticos.
Ante los hechos, el Gobierno de Chile se refirió a él como un proceso que "careció de todas las condiciones para ser estimado válido y transparente".
En un comunicado, el Ejecutivo expresó que durante la jornada electoral se desarrolló "en el contexto de graves violaciones a los derechos humanos, encarcelamiento de líderes y candidatos opositores, represión de los partidos independientes, persecución sistemática a los líderes y organizaciones de la sociedad civil, ausencia de observadores internacionales y bloqueo a los medios de comunicación".
Por todo ello, "el Gobierno de Chile rechaza y no reconoce la legitimidad de las elecciones realizadas en Nicaragua, las que apuntan a eternizar a Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder consolidando un régimen dictatorial".
Por último, el documento enfatizó que "las autoridades nicaragüenses deben liberar sin condiciones a los presos políticos, restaurar la vigencia de los derechos civiles y políticos, autorizar el ingreso de organizaciones encargadas de velar por los derechos humanos y terminar con el acoso a la oposición".