Lo que era un juego de azar, terminó siendo un dolor de cabeza para Jaime Ramirez. Compró cinco maletas extraviadas en el pasado remate del Aeropuerto, y en vez de computadores, cámaras fotográficas, o simplemente ropa sucia, encontró 150 cédulas de identidad, cerca de 50 pasaportes con visas al día, 40 tarjetas de créditos, chequeras, incluso libretas de familia. Un botín apreciado por muchos delincuentes, pero que afortunadamente cayó en buenas manos.
"Pensamos que era de un delincuente, que venía de malas manos, pero nos empezamos a dar cuenta que en todos lados decía LAN. Me siento estafado con esta maleta. Son las maletas extraviadas, y de extraviado nada, se le extravió a Lan Chile", reclama Ramírez.
Jaime y su familia son de Molina, séptima región, y tuvieron que aplazar sus vacaciones y alargar su estadia en Santiago. Después de tocar puertas, decidió hacer un catastro de cada documento,y antes de devolverlos al Registro Civil, intentó contactarse con algunos de los propietarios de los documentos.
"Yo llamé al martillero y me dijo que la maleta era mía, que yo hiciera lo que quisiera, llamé a la municipalidad y me han estado tramitando" continúa.
Jaime terminó transformándose en el héroe de muchos ya que los documentos no estaban bloqueados, por eso la importancia de ser consciente y responsable a la hora de toparse con esta sorpresa.