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Chilenos llevan 14 días presos en Brasil por credenciales falsas

Cuatro jóvenes arriesgan hasta cinco años de cárcel por comprar credenciales falsificadas para ver a La Roja en el Mundial.

24Horas.cl TVN

Jueves 3 de julio de 2014

Fueron a cumplir su sueño a Brasil y terminaron tras las rejas acusados de falsificación de documento público.

Es el caso de cuatro hinchas chilenos que arriesgan hasta cinco años de cárcel lejos de nuestro país por comprar credenciales falsificadas para ver a La Roja en el Mundial.

Se trata de los amigos Víctor Contreras, Jorge Rodríguez, Víctor Reyes y Fabián Pino, quienes viajaron desde la región de Valparaíso a Brasil

Un equipo de TVN conversó con los padres de dos de ellos, quienes viajaran  se trasladaron a Río de Janeiro para buscar una pronta solución para sus hijos.

“Ellos no son los falsificadores ni tampoco estafadores, ellos fueron los estafados”, señala Hugo Pino, padre de Fabián Pino.

Mientras los chilenos entonaban el himno en el histórico partido frente a España en el Maracaná, los jóvenes fueron detenidos por portar credenciales falsas, las que habrían sido compradas a 300 reales cada una, unos 75 mil pesos chilenos.

“Ellos como cabros jóvenes y al ver las credenciales les pasaron los 300 reales y entraron. Estaban sentados y los tomaron detenidos con las credenciales”, agrega Hugo Pino.

“Si tú tienes la seguridad de que el tipo te toma, te lleva y te deja instalado tú piensas que es de la FIFA”, agrega Víctor Reyes, el otro padre.

Según informaron los medios locales, fueron los mismos asistentes del VIP quienes denunciaron a los agentes de seguridad sobre las diferencias que había con las acreditaciones oficiales.

Catorce días llevan privados de libertad en la cárcel José Federico Márquez de Río de Janeiro los cuatro chilenos, quienes, según cuentan los padres, fueron rapados y permanecen incomunicados en celda de dos por tres metros.

Este jueves los jóvenes podrían salir con libertad condicional previo pago de una fianza de $1.250.000 por cada chileno, pero la pesadilla no se acaba, porque tendrían que quedarse en Brasil hasta que se termine el juicio.

Foto: (archivo)