En julio de este año, dos uniformados de la 1ª Comisaría de Iquique detuvieron un bus con ruta Chile –Bolivia, realizando un supuesto control en donde sustrajeron 28 notebooks que portaba un ciudadano boliviano en su equipaje.
Ante esto, los implicados fueron condenados a 3 años y un día de presidio menor y su grado máximo por robo con intimidación, otorgándoles el beneficio de la libertad vigilada, ya que ambos no tienen condenas anteriores.
Los ex funcionarios aceptaron - por medio de un juicio - la acusación y procedieron a pagar a la víctima la suma de 5 millones de pesos, una suma equivalente a la cantidad de computadores que finalmente nunca fueron hallados.