A ocho kilómetros del pueblo de Caimanes, en la Región de Coquimbo, se encuentra el comentado tranque El Mauro de la Minera Los Pelambres, propiedad del Grupo Luksic.
Tras una enorme pared de roca y arena de 270 metros de altura, se encuentra el relave que contiene millones de desechos de la minería, principalmente sulfuro, hierro y cal.
Esta semana, el Tribunal de Garantía de Los Vilos determinó demoler la entrada al tranque, lo que es celebrado por la Comité de Defensa de Caimanes y criticado por la minera, ya que -dicen- es imposible derribar el tranque.
"Hay que ser kamikaze para tomarte un vaso de agua", dice el presidente del Comité de Defensa de Caimanes, Cristián Flores, quien se avala en dos estudios que sostienen que el agua del pueblo está contaminada por minerales.
La empresa, por su parte, señala que 200 muestras indican que el agua no está contaminada y que 18 mil puestos de trabajo se verían afectados con el fallo de la justicia.
Algunos en Caimanes piensan igual que la firma, sobre todo porque el cambio eliminaría beneficios como el pago de estudios para los hijos de los habitantes.
Punto aparte es que el tranque también afecta el suministro de agua hacia el pueblo, lugar que ha sido afectado por la cruel sequía.