Un fuerte conflicto interno atraviesa la Contraloría General de la República. Esto luego que la segunda persona de más alto rango al interior del organismo, Dorothy Pérez, se resistiera a renunciar a su cargo, tal como se lo habría solicitado el contralor Jorge Bermúdez.
Según detalles dados a conocer por La Segunda, el superior de la abogada habría determinado que ella tiene supuestas responsabilidades administrativas en el fraude a Carabineros.
Pérez, quien antes se desempeñó como subjefa de la División de Auditorías, era superior de dos funcionarios formalizados que debieron fiscalizar los movimientos de los uniformados implicados y que presuntamente no lo habrían hecho por recibir coimas.
Por esta razón, Pérez fue citada a declarar por el fiscal Eugenio Campos en el marco del caso sobre el millonario fraude que alcanza casi los $30 mil millones. La declaración se llevará a cabo la próxima semana.
En un breve repaso por su trayectoria laboral, figura que Pérez ingresó en 2006 a la Contraloría como abogada informante en Magallanes. En enero de 2016 fue jefa de gabinete de Bermúdez, y nueve meses después pasó a ser su subcontralora, el único cargo de todo el organismo que no es de exclusiva confianza del contralor, por lo que no puede ser removida a voluntad.
Otros datos aportados por La Tercera, señalan que el contralor Bermúdez le solicitó el pasado lunes 20 de agosto la renuncia a Pérez, pero ella se negó a dejar el cargo que ocupa desde septiembre de 2016.