Era la primera vez que llegaban al Congreso Nacional, expectación y nerviosismo inundaba a estos cinco jovenes viñamarinos que entusiasmados recorrían cada rincón de la sede legislativa, cada uno encantado con algo en particular.
Acompañados por sus familias Sandra, Felipe, Constanza, Dominique y Marcelo sin saberlo cumplirían un gran anhelo, un gran sueño que por tanto tiempo habían esperado, ser trabajadores de la Cámara de Diputados.
Trabajarán 3 días a la semana, por primera vez tendrán un contrato y un sueldo de 140 mil pesos que incluye todas las imposiciones legales. Iniciativa que surgió en la cámara baja en conjunto con la Fundación Down 21 Chile y que en los próximos meses extenderá los cupos.
Desafío que comenzarán a palpar a partir del próximo martes y que toman con entusiasmo, una puerta que se les abre para demostrar en una sociedad que muchas veces los excluye que ellos también pueden.