Hoy ya es parte del paisaje de la capital, pero desde su origen estuvo ligada a las polémicas.
La autopista Costanera Norte cumple este mes diez años de funcionamiento. Una década de uso, pero que ha estado marcada por peleas, cuestionamientos y enfrentamientos entre el gobierno y los vecinos que con pancartas en mano, lograron cambiar el trazado original.
En 2005, esta vía se erigió como una cicatriz urbana que atravesaría once comunas, resultando el barrio Bellavista y Pedro de Valdivia Norte como los potenciales sectores afectados.
Los vecinos expresaron su negativa apenas se lanzó el proyecto definitivo a fines de la década de los 90. Pensaban que la construcción amenazaba el comercio y la vida de barrio.
Hoy, a diario son unos 200 mil autos los que transitan por esta autopista, y los cuestionamientos apuntan principalmente a las tarifas.