Dos ex estudiantes en práctica del Cesfam donde trabajaba Francisco Silva revelaron una serie de conductas extrañas en sus labores por parte del hombre imputado por el crimen de Nibaldo Villegas.
Según la publicación de La Estrella de Valparaíso, una de las jóvenes, identificada con el nombre de Francisca, contó que Silva "explicaba súper bien porque le gustaba leer mucho sobre medicina. Era muy culto en ese sentido, pero no era normal cómo lo hacía. Su presencia de por sí ya era rara, pero al momento de realizar las curaciones, por ejemplo, como que disfrutaba ese momento. Era muy cuático, no le daba nada cuando raspaba las heridas de los pies de los diabéticos".
También consignó que el presunto asesino del profesor de Villa Alemana "fumaba dentro de la sala de tratamiento, con vaporizador. Fumaba a cada rato después de una curación o cualquier procedimiento. Siempre estaba en la sala de tratamiento haciendo curaciones, tomando exámenes y electrocardiogramas".
En tanto, otra joven, quien se identifica como Fernanda y asegura también haber trabajado con Johanna Hernández, comentó otras situaciones incómodas vividas con el presunto asesino de Villegas.
"Yo hice la práctica con los dos (también con Johanna Hernández). El tipo era entero loco y me invitaba a salir. Menos mal no lo pesqué, o sino mi pololo estaría muerto ahora" (sic), contó.