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Cuatro carabineros imputados: denuncian montaje policial en baleo de joven

El Ministerio Público investiga un posible montaje policial ocurrido en abril de este año en Recoleta. Un joven de 20 años de nacionalidad peruana recibió un balazo de parte de un carabinero de franco, y las primeras indagaciones aseguran que el uniformado se había defendido de un asalto. Sin embargo, el caso dio un vuelco y cuatro policías fueron formalizados por los delitos de homicidio frustrado, encubrimiento y obstrucción a la justicia.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 14 de octubre de 2020

 

Está vivo de milagro. Recibió un balazo en su cabeza y los médicos le dijeron a sus padres que moriría.

Un caso que abriría una investigación por montaje policial, homicidio frustrado, obstrucción a la investigación y encubrimiento. Es la historia de Yefri Figueroa.

Todo ocurrió la noche del sábado 19 de abril cuando dos carabineros, fuera de su horario de trabajo, participaron de una riña callejera en la comuna de Recoleta a los pies del Cerro Blanco en contra de un grupo de cuatro jóvenes de nacionalidad peruana que, al igual que ellos, se encontraban consumiendo alcohol en el cerro.

Pese a que estaban incumpliendo el toque de queda, en el lugar se desarrollaba otra reunión social en donde participaban Jorge Ulloa (27) y Paulo del Campo (26), ambos carabineros de franco.

 

De madrugada, ambos grupos se encontraron en la salida hacia calle Santos Dumont. Cabe destacar que los policías se encontraban con dos mujeres civiles cuando empezó el altercado, por razones que aún se investigan. En medio de la riña, el cabo Ulloa sacó su arma 9 mm. y disparó a Yefri en la cabeza, mientras que Del Campo huyó del lugar junto a las mujeres con quienes habían estado bebiendo whisky.

En el trayecto, se encontró con un cabo segundo quien se dirigía al lugar de los hechos. La versión que entregó Ulloa en la denuncia fue que tras haber compartido en la casa de una amiga se dirigía solo a su Comisaría cuando sufrió un robo con intimidación por parte de un grupo de jóvenes, por lo que tuvo que defenderse con su arma.

El abogado querellante, Nicolás Pavéz, detalla que se trataba de "funcionarios activos que llegan al lugar de los hechos y despliegan una conducta abiertamente encubridora".

La investigación del caso quedó a cargo de la Sección de Investigación Policial (S.I.P.) de la misma comisaría a la que pertenecía Ulloa, el autor del disparo. "Inventaron su versión ellos como les convenía para salvarse, pero no es justo esto", cuenta Nelly Díaz, mamá de Yefri.

Y es que cuando la policia llegó al lugar del suceso solo se encontraba Jorge Ulloa, ya que el ex cabo Del Campo había escapado para apoyar la versión de su compañero. El montaje se descubrió gracias a una querella que interpuso la familia del joven baleado, por lo que el caso pasó a la PDI, quienes comenzaron a investigar y encontraron incongruencias en los relatos.

"El guardia del cerro también dio su versión, también estaba con ellos pero él dio a favor de ellos porque fue una pelea, no fue un asalto", sostiene por su parte Moisés Figueroa, padre de Yefri.

DOS CARABINEROS DE BAJA Y OTROS DOS INVESTIGADOS POR ENCUBRIMIENTO

En paralelo, se descubrió encubrimiento por parte del cabo primero Rodrigo Pénela y del cabo segundo Roberto López, quienes acudieron al procedimiento esa noche.

Tras los hechos, tanto Ulloa como Del Campo fueron dados de baja de la institución. El primero por transitar de civil en horario de toque de queda, en estado de ebriedad y por hacer uso de su arma en la vía pública. Además, ambos quedaron con prisión preventiva por homicidio frustrado y obstrucción a la justicia. El primero como autor y el segundo como encubridor.

Por su parte, Yefri Figueroa sobrevivió al disparo contra todo pronóstico y hoy se encuentra postrado en su casa, con movilidad parcial de piernas y brazos. Los médicos aún están estudiando las secuelas con las que quedará para el resto de su vida.