Prácticamente se paralizó la ciudad de Curicó la tarde de este viernes para despedir a los tres hermanos que fueron asesinados por su padre la noche del pasado miércoles, parricidio que conmocionó a la Región del Maule.
En una repleta iglesia La Matriz se realizó la misa fúnebre de José Luis (17), Juan José (16) y Sebastián Ramírez Merchak (14), la que fue oficiada por el arzobispo de Talca, monseñor Horacio Valenzuela.
Al concluir la ceremonia religiosa los compañeros de colegio de los jóvenes cargaron los féretros hasta las tres carrozas, en medio de los aplausos de la gente que se reunió en la Plaza de Armas, en los alrededores del templo.
Tras esto, el cortejo se dirigió por la Alameda Manso de Velasco con rumbo al Cementerio Parque Curicó, siendo escoltado por compañeros de Sebastián en bicicletas y recibiendo muestras de cariño de la comunidad que salió a las calles.
En el cementerio se realizó una ceremonia privada donde fueron sepultados los restos mortales de los tres hermanos.
En tanto en el Hospital base de Curicó están siendo velados los restos del pediatra parricida, Francisco Ramírez, tras lo cual serán trasladados a Santiago para ser cremados.