"Cuando los trabajadores se movilizan, Chile entero tiembla". Con esas palabras Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, realizó el primer balance del organismo tras la masiva marcha realizada y que contó con el apoyo de diferentes gremios y escolares secundarios.
"Eso explica el temor que le generaba al Gobierno, y en particular a la Intendencia, la masividad de esta jornada. Los 200 mil en las calles son pruebas de que teníamos la razón. Por lo tanto lo mejor era llegar a un acuerdo en materia de recorrido", indicó.
"Tuvimos que esperar hasta las 09.30 de la mañana que, tras la ineficiencia del intendente, fuera el ministerio del interior y otras autoridades quienes se dieron cuenta de la necesidad de permitirnos el legítimo derecho a marchar", recalcó.
A juicio de Figueroa, "el objetivo era crear un clima de caos social y tensión y por lo tanto fueran los hechos de violencia aislados los que primaran en la retina de la ciudadanía".