Los delincuentes cambiaron la forma de timar a sus víctimas. Antes, estafaban telefónicamente a las nanas con la historia de un accidente de transito o premios millonarios.
Hoy, han cambiado de técnica, se hacen pasar por policías, funcionarios de la fiscalía e incluso trabajadores de empresas de servicios, todo con el objetivo de entrar a los domicilios y cometer el delito.
La primera víctima fue una asesora del hogar de un empresario inmobiliario, a quien después de la estafa, le robaron 80 millones de pesos.
"No entreguen información por teléfono a ninguna persona acerca de quién es el dueño de casa, si están solos o fuera de la ciudad, hay que prevenir para no ser estafados" afirma el Jefe de la Brigada de Robos Oriente, Cristián Muñoz.