Tal como ocurre en las mejores familias narcotraficantes del mundo, en Chile fue desbaratada una supuesta red que vivía en una lujosa parcela de Chicureo.
Los detenidos residían en una parcela avaluada en 300 millones de pesos y que contaba con equipos de seguridad de alta tecnología.
Según la Brigada Antinarcóticos Sur de la Policía de Investigaciones (PDI), el grupo se especializaba en importar desde Perú cocaína de alta pureza, mediante el sistema de correos humanos.
La organización estaría liderada por una mujer que seguía las instrucciones de su marido, quien se encontraba en la cárcel.
Dentro de la lujosa casa, la banda contaba con una cava de vinos y un mini zoo con animales exóticos.