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La subcomisaría que espera la Parinacota

Tanta es la desesperación de la municipalidad de Quilicura por una nueva unidad policial, que están dispuestos a arrendar un edificio para que trabaje Carabineros.

Elkjaer Lobos

Jueves 13 de septiembre de 2012

En las últimas horas la Población Parinacota ha estado en el epicentro de la noticia por la muerte del cabo de Carabineros, Cristián Martínez, quien falleció tras recibir un disparo mientras resguardaba un supermercado.

24horas.cl indagó en la historia de esta población que fue entregada en la década del 90 por los gobiernos de la Concertación y como parte de la política de vivienda social de esos años. De hecho, la población fue conocida por los problemas de las "casas Copeva", viviendas que tenían severas fallas de construcción y que hizo que sus habitantes sufrieran los estragos del invierno por años.

Con el tiempo comenzó a crecer la población y sus alrededores, ocurriendo lo mismo con Quilicura. Actualmente hay sólo una comisaría en esa comuna, es decir, una unidad para 203 mil vecinos.

"El personal destinado actualmente, está orientado a cubrir una población de 45 mil habitantes y los datos del censo arrojan que somos una comuna cinco veces más grande con 203 mil vecinos", denuncia la municipalidad, quien sólo quiso contestar mediante un comunicado las preguntas de este portal.

Asimismo, sostienen que desde hace un año esperan que se concrete la llegada de una nueva subcomisaría de Carabineros, especialmente porque -según dicen- el actual Gobierno se comprometió con el edificio.

"El ministro del Interior (Rodrigo Hinzpeter) llegó a la comuna, luego de ocurrir un saqueo violento a un supermercado (tras el 11 de septiembre de 2011), quien vino acompañado del director de Carabineros Gustavo González, quienes ante la prensa nacional, se comprometieron con el alcalde de Quilicura, Juan Carrasco, a traer mayor dotación de efectivos policiales y la construcción de la subcomisaría para el 2012", dijo la entidad comunal.

Para poner fin a la espera la municipalidad decidió solucionar el problema de una forma poco habitual: arrendar casas para que las policías las ocupen hasta que se construyan las unidades definitivas.

"La municipalidad, a modo de adelantar la llegada de carabineros, ofreció el transitorio arriendo de una propiedad, a costo municipal, para que comience a operar pronto y que el ´papeleo institucional' no sea motivo de demora, pero no ha habido aún respuesta a la propuesta. Cabe señalar que esta modalidad ya se ha concretado con la PDI, a quienes el municipio arrendó un inmueble para que estén en la comuna para aumentar la seguridad de los quilicuranos", aclara el municipio.

Sin embargo, Carabineros aún no ha respondido a esta oferta.

Para la socióloga y académica de la Universidad de Santiago de Chile (USACh), Lucía Dammert, la llegada de la subcomisaría es importante, aunque el problema es más de fondo.

"Todo Quilicura tiene una sola comisaría que es la 49°. Esto a pesar de los grados de peligrosidad y violencia que hay en la comuna, lo que  no parece ser lo más apropiado", dijo la experta.

Sin embargo, añadió Dammert, hay otras deficiencias en la población. "Este lugar no tiene los servicio básicos que tienen los chilenos día a día. Presenta retrasos en término de pavimentación  y es una comunidad que ha salido adelante con iniciativas propias. Uno encuentra enorme dificultades en términos de construcción y en los niveles de segregación, es decir, de las posibilidades reales que tienen los niños en términos educativos", señaló.

"Es una comunidad que se ha formado a partir de malos niveles de infraestructura, donde la vivienda social juega un rol importante", pero lamentablemente ello no ha sido sinónimo de buen vivir, dice la experta.

"Es una población marcada por los fracasos de los programas de vivienda social, especialmente por los programas de las casas Copeva que generó gran respuesta ciudadana", agregó.

No obstante, la experta destaca que los pobladores han hecho esfuerzos para salir adelante, especialmente con iniciativas como operativos sociales, clases de fútbol y el canal comunitario de Quilicura.

¿QUIÉNES ESTÁN DETRÁS DE LOS DESMANES?

Para Lucía Dammert, las personas que están detrás de los desórdenes son "personas con rabia contra la sociedad" y que han recibido una "pésima educación".

A ellos "no le puedes pedir lo mismo que han muchacho que ha recibido educación, que va un colegio particular, que tiene a su papá y su mamá que hace las tareas con él, que come bien. Tú encuentras en estas poblaciones décadas de precariedad, vulnerabilidad y es evidentemente  que ellos viven un proceso de violencia en sus familias y en las escuelas, es decir, son jóvenes que no logran superar su conflictos sin violencia", manifestó.

Junto con esto, se agrega la posibilidad de adquirir armas y consumir drogas, lo que hace más extrema la situación en poblaciones como la Parinacota.