Abundan en Internet las imágenes de las denominadas detenciones ciudadanas, algunas de ellas con acciones de extrema violencia y crueldad.
Un testigo captó uno de los últimos casos ocurridos en Chile, fue en julio pasado en un centro ferretero de Estación Central.
Alertados por un robo lo locatarios capturaron a un ladrón, al que amarraron con cinta de embalaje de pies y manos y, de pasada, le propinaron algunos golpes. Tras las agresiones, lo arrastraron hasta la calle para luego entregarlo a Carabineros.
Los propietarios justificaron su actuar en la reincidencia de los delincuentes.
Si bien es una facultad de las personas ayudar en la detención de un delincuente, hay que tener cuidado porque se puede incurrir en un delito.
De acuerdo a lo explicado por la vocera de la Fiscalía Nacional, Marta Herrera, "esto no puede llegar al extremo de que puedan vulnerarse los derechos fundamentales de las personas e incurrir en situaciones que puedan ser constitutivas de un delito, por ejemplo, lesionar físicamente a una persona".
