Hoy, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) publicó los resultados de una encuesta para conocer las experiencias de consumo de las mujeres y sus percepciones respecto al trato que reciben de las empresas por su género.
La encuesta online se realizó entre el 15 y el 26 de febrero de 2021, siendo respondida por 878 mujeres de todas las edades y regiones del país.
El director nacional del organismo, Lucas Del Villar, explicó que el objetivo de esta encuesta es levantar las conductas de las empresas -o sus dependientes- que puedan afectar a las consumidoras en el comercio, y entender aquellos ámbitos en las que puedan sentirse más vulnerables por ser mujer, con el fin de promover mejores prácticas al respecto, realizar estudios, o incluso fiscalizaciones en aquellos casos donde puedan incubarse infracciones.
En concreto , los resultados arrojan que un 79% de las consumidoras señalan que sí se sienten discriminadas. Además, un 9% indica que algunas veces preciben tratos de este tipo. Es decir, un 88% de las entrevistadas indicó que sintieron discriminación alguna vez por ser mujer.
Para la autoridad, este análisis revela la percepción que tienen las mujeres respecto de una serie de prácticas que afectan su dignidad e igualdad de oportunidades en materia de consumo.
En entrevista con Canal 24 Horas, Del Villar afirmó que "son problemas culturales arraigados en nuestra percepción y en la cultura, y eso hace que se les trate como si no tuvieran un poder adquisitivo equivalente al de los hombres".
"Las mujeres nos señalan que una de las recomendaciones para mejorar estas malas prácticas y trato poco igualitario que ellas sienten en el mercado, es capacitar a los dependientes con enfoque de género, sin importar y son hombres o mujer, y contratar a mujeres en cargos de toma de decisión y estratégicos dentro de la empresa", aseveró.
"No es posible que en el comercio se mantengan prejuicios que consideren a las mujeres como personas sin capacidad económica, que no entienden sobre ciertos temas, que tienen que pedirle permiso al marido para cualquier decisión financiera, entre otros. Es momento de que las empresas desarrollen prácticas, productos y servicios que estén a la altura de sus necesidades, incluyendo la publicidad y el trato de los vendedores”, añadió Del Villar.
Asimismo, Del Villar recordó que la Ley del Consumidor no hace distinciones entre hombres y mujeres y consagra además el derecho a no ser discriminado arbitrariamente, lo que quiere decir que las empresas no pueden hacer distinción sin fundamento entre los consumidores por aspectos como sexo, raza, condición social o por aspecto físico, al ofrecer la prestación de servicios o en la venta de productos físicos.
La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Mónica Zalaquett, destacó la iniciativa y señaló que “este estudio confirma que tenemos aún mucho camino por avanzar en materia de sesgos, conscientes o inconscientes, que terminan discriminando a las mujeres. Se trata de prejuicios que no se relacionan ni con nuestras capacidades ni con nuestras necesidades, de ahí el llamado permanente a impulsar y acelerar un cambio cultural que nos permita tanto a hombres como mujeres desarrollarnos plena e integralmente”.
En cuanto a otros resultados notables, las consumidoras respondieron mayoritariamente (65%) que se han sentido discriminadas cuando compran un producto o contratan un servicio relacionado con servicios automotrices, financieros, de ferretería o tecnología. “Me hablan suponiendo que yo no sé nada de lo que estoy comprando y/o contratando”, indican.
En estos comercios se daría el fenómeno denominado “mansplaining”, es decir, explicar algo a alguien de una forma despectiva que bordea lo condescendiente o paternalista, como si la otra persona, por ser mujer, fuera completamente ignorante del tema, generando con ello menoscabo y malestar.
En otro sentido, y en un 61%, las mujeres indican que se han sentido discriminadas al tener que pagar de más por productos que son considerados “para mujeres”, porque son de color rosado o de otra característica “femenina”.
Asimismo, las mujeres indican que se han sentido discriminadas al solicitar un crédito (35%), debido a que los dependientes asumen que por ser mujeres tienen poco poder adquisitivo, lo que repercute en la mala atención. Un 33% señala que se ha sentido discriminadas debido a que les han preguntado su estado civil.