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Educación Cívica volverá a ser obligatoria

Un proyecto del Ejecutivo que es parte de las recomendaciones de la Comisión Engel dio el primer paso en la Cámara de Diputados. Los colegios, desde párvulos hasta 4º medio, deberán tener Planes de Formación Cívica que incluyan derechos humanos, probidad, ética y derechos y deberes ciudadanos.

Claudia Del Solar

Miércoles 2 de septiembre de 2015

La Cámara de Diputados aprobó, por amplia mayoría -98 votos a favor, uno en contra y tres abstenciones- el proyecto de ley que garantiza que todos los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado cuenten con un plan explícito para abordar la formación ciudadana de sus estudiantes a partir del inicio del año escolar 2016, una de las iniciativas contenidas en el informe de la Comisión Engel.

De esta forma, todos los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado deberán incluir en los niveles de enseñanza parvularia, básica y media un Plan de Formación Ciudadana, que integre y complemente las definiciones curriculares nacionales en esta materia.  En el caso de la educación parvularia, este plan se hará de acuerdo a las características particulares de este nivel y su contexto, por ejemplo, a través del juego.

Este Plan de Formación Ciudadana incluye elementos tales como la compresión de la institucionalidad, el fomento de los valores de la diversidad social y cultural del país, el incentivo a  una cultura de transparencia y probidad, el respeto y conocimiento de los derechos humanos y de los derechos y deberes ciudadanos.

Los temores de la Alianza

La iniciativa tuvo un intenso debate pues, tal como ocurrió en la Comisión de Educación, donde se debatió este proyecto en general, la Alianza manifestó dudas sobre algunos aspectos de la iniciativa, expresando su temor de que los contenidos de educación cívica terminen desvirtuándose en función de criterios políticos y no técnicos, así como que las nuevas materias que deben impartirse terminen ahogando a los sostenedores y docentes.

El vocero de estos temores fue el diputado UDI Osvaldo Urrutia, quien manifestó su temor de que se agreguen contenidos no considerados en la formación cívica, por lo que pidió estudiar con mayor atención este tipo de medidas. "Estos objetivos tienen un importante sesgo ideológico, por ello, se insiste en el riesgo de fijar estos contenidos a través de un proyecto de ley que depende de mayorías circunstanciales".

Aunque Urrutia reconoció la carencia efectiva de una formación cívica, dijo que "el mecanismo elegido para ello no es el adecuado", por lo que llamó a rechazar la iniciativa.

En esa línea, también manifestó su temor de que los nuevos objetivos de educación cívica terminen imponiéndose por sobre otros contenidos y dejando fuera temas importantes, así como ahogando a los sostenedores y a los profesores con más trabajo.

El mismo argumento habían dado en la Comisión de Educación los diputados Felipe Kast y María José Hoffmann.  Ambos expresaron su temor de que con este proyecto no se lograra el objetivo, ya que los profesores están sobrepasados y esta iniciativa solo propende al agobio laboral de los docentes.

En la Nueva Mayoría, en tanto, hubo una fuerte defensa de la educación cívica como herramienta para comprender y valorar la democracia y hasta el voto popular. El diputado PS Raúl Saldívar  preguntó: "¿Cómo se entiende que el voto es un deber con la República? Para eso es este proyecto, para entender la democracia como una democracia republicana, con derechos y deberes", afirmó.

A su vez, el independiente Giorgio Jackson abordó la forma que debe tener el Plan de Formación Cívica y manifestó su convencimiento de que tanto las modificaciones al régimen democrático como las críticas a la institucionalidad actual tiene que estar concebidas como conflicto para que los estudiantes los analicen. "No plantear un plan de formación ciudadana como manera de definir que no existen problemas, sino para cuestionar y estar permanentemente validando a través de las reflexión crítica".

Objetivos y acciones del plan

El proyecto del Ejecutivo asegura que la educación cívica juega un rol clave en el fortalecimiento de las democracias. En esta línea, el mensaje recoge las opiniones de distintos académicos, que afirman que "desde la educación cívica se construye el equilibrio entre valores y competencias de los individuos" y que “es aquí donde las implicancias prácticas de distintos conceptos de libertad y autoridad se conjugan por vez primera, así́ como se accede a visiones de sociedad, la ruptura con la incondicionalidad del hogar y el acceso a un 'nosotros', amplio o restringido, que es base de la vida cívica”.

Aunque desde el punto de vista del currículum la formación ciudadana está incorporada en la trayectoria curricular del sistema escolar chileno desde 1° básico hasta 4° medio, especialmente en las asignaturas de Orientación y de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, este proyecto incluye un Plan de Formación Ciudadana que tiene como objetivos promover la comprensión y análisis del concepto de ciudadanía y los derechos y deberes asociados a ella: fomentar en los y las estudiantes el ejercicio de una ciudadanía crítica y responsable; promover el conocimiento, comprensión y análisis del estado de derecho y la institucionalidad en Chile y promover el conocimiento, comprensión y compromiso de los y las estudiantes con los derechos humanos.

También se propone fomentar en los y las estudiantes la valoración de la diversidad social y cultural del país; fomentar la participación de los y las estudiantes en temas de interés público; garantizar una gestión y cultura democrática y ética en la escuela y fomentar una cultura de la transparencia y la probidad.

Las acciones concretas que permitan cumplir estos objetivos incluyen tanto la formación curricular; la realización de talleres y actividades extra programáticas, en los cuales haya una integración y retroalimentación de la comunidad educativa; la formación de docentes y directivos específicamente en esta área; el desarrollo de actividades de apertura del establecimiento a la comunidad y estrategias para asegurar la debida representación y participación de los estudiantes en decisiones propias del quehacer escolar.

Cada sostenedor podrá fijar libremente el contenido del plan de formación ciudadana y éste podrá incluirse en el proyecto educativo institucional de los establecimientos o/y en su plan de mejoramiento educativo. En todo caso, el plan será de carácter público y el director del establecimiento lo dará a conocer a comienzos de cada año al Consejo Escolar y consultará con éste las modificaciones que deban hacerse para perfeccionarlo.

El proyecto incluye un artículo transitorio que señala que el Ministerio de Educación impulsará a más tardar durante el año 2017 la incorporación de una asignatura obligatoria de Formación Ciudadana para los niveles de 3° y 4° año de la enseñanza media.