Impacto ha generado el vuelco que registró el caso de Nicole Casilla, la joven madre que se creía había muerto a causa de un suicidio en 2015, pero que la causa real fue una inyección letal por parte de su marido.
Las investigaciones han permitido dar con la detención y prisión preventiva del sujeto aludido, Alejandro Navarro, quien se encontraba en Australia con la hija que tenía en común, junto a quien en su momento fue amante.
De acuerdo a los antecedentes recopilados, Casilla sí supo de la inyección, instancia que fue narrada en un mensaje de WhatsApp a un consejero personal, al cual apodaba 'Tío', dos días antes de morir.
"Me abrazó mucho, hasta cuando empecé a sentir que (Alejandro) estaba muy agitado. Ahí fue cuando sentí un pinchazo en la cadera, le dije: ¿Qué pása? Y me fijé que me había enterrado una aguja con algo desconocido. ¿Qué está pasando, Tío, usted sabe? Ya pienso que me quiere matar", dijo.
Claudio Aguirre, persecutor de la Fiscalía Centro Norte, explicó que Navarro tiene trastornos bipolares que nunca fueron tratados.
La familia de Casilla manifestaron su conformidad con la detención del hombre, iniciando los procedimientos para quedarse con la tuición de la menor de edad.