La fuerza del mar no tuvo piedad con caletas, restaurantes, muelles ni playas.
La potencia que tenían las olas dejó imágenes impactantes y una destrucción que no tiene comparación.
Las olas superaron los 10 metros de altura y tras 24 horas de la catástrofe, las imágenes son elocuentes. Autos en jardines de edificios, sillas de concreto arrancadas y mucha destrucción.
Producto de esta situación climática, el Merval suspenderá durante una semana su servicio y todas las caletas se encuentran cerradas esperando que la infraestructura sea reparada.