"Que lo expulsen de la Iglesia". Esa exigencia de los denunciantes provocó la nota emitida por TVN este domingo, donde se pudo observar al arzobispo emérito de La Serena, Francisco José Cox, acusado de abusos sexuales en Chile y Alemania.

Quienes se declaran como sobrevivientes afirman que las imágenes y las palabras de Cox demuestran que su estado de salud no es grave, a diferencia de lo que había declarado el movimiento de Schönstatt.

Un verdadero "depredador sexual", según el testimonio de varios denunciantes. Lo cierto es que el sacerdote abandonó Chile en 2002 tras serias acusaciones de abuso sexual en contra de menores.

La Iglesia Católica lo sancionó enviándolo a Europa para allí iniciar un período de oración. Sin embargo, Cox abusó también en Alemania entre 2004 y 2007.

Abel Soto, víctima de Cox en Chile que se declara como un "sobreviviente", asegura que el religioso "nos daba frecuentes besos en la boca y su pasadita de mano por el trasero. Eso sí, a mí no me violó".

Agrega que al ver las imágenes de la entrevista en TVN; sintió "rabia e impotencia. El solo hecho de pensar y saber que dos días antes los padres de Schönstatt dicen que él literalmente está postrado en una cama (...) Lo vi impecable. Está 100% lúcido. El periodista le dio mi nombre y este gallo lo pensó, miró arriba y dije 'se acuerda'".

La otra denuncia existente en Chile es de Hernán Godoy, quien hoy vive en La Serena. Se trata de la primera persona que se acercó a la justicia civil en junio de este año: "Fue fuerte verlo con soberbia. Un tipo déspota, que no se arrepiente de todas las cosas que hizo (...) Me gustaría pedirle al papa Francisco que lo destituya de todo cargo".

Edinson Gallardo, quien habitaba un hogar dependiente del Sename a los cinco años, también vivió una pesadilla con el obispo emérito: "Tocaba las piernas, los muslos y daba apretones, centrando siempre en la parte genital sus manos".

Por su parte, el sucesor de Cox en La Serena, Manuel Donoso Donoso, reconoció que al menos nueve jóvenes se acercaron a él para relatarle los abusos.

EL PRIVILEGIADO ENTORNO DE COX EN ALEMANIA

Poco se sabía de la condición hasta el pasado domingo. Lo cierto es que actualmente cumple su penitencia en una casa evidentemente acomodada ubicada en el municipio alemán de Vallendar.

Se trata de una residencia enorme con una vista al valle, un patio interior y una capilla donde acuden los religiosos que conviven con Cox.

Si bien en este lugar son varios los que saben sobre la situación de Cox, es un tema que pocos quieren tocar.