Llevaba 22 años viviendo solo en la isla Doña Sebastiana, ubicada en la región de Los Lagos.
Manuel Obed Uribe Cárdenas, de 43 años, llevaba una vida de ermitaño, con escaso contacto con el Chile continental, hasta que su rastro desapareció en julio pasado.
Este martes, la Sección de Investigación Policial de Carabineros (SIP) puso fin a las especulaciones y confirmó su trágico final. El cuerpo del hombre fue hallado en la playa de su amada isla en un foso cavado por otra persona.
La solución al enigma llegó luego que la policía detuviera a José Godoy, de 48 años, quien entregó antecedentes de la muerte del "ermitaño" y dio la localización exacta del cadáver de la víctima. El ataque habría respondido a peleas anteriores con Uribe, quien recibió una puñalada a punzón.
Sin embargo, la investigación de la muerte del solitario habitante de la isla Doña Sebastiana llegó hasta la elipse del Parque O'Higgins, donde personal del OS-9 de Carabineros detuvo a un soldado de 19 años que se preparaba para desfilar en la Parada Militar.
Identificado como José Aros, el conscripto fue solicitado por el Juzgado de Garantía de Maullín como cómplice del crimen. Estos datos también fueron entregados por José Godoy, quien es el autor confeso del crimen y tío del joven.
Godoy quedó en prisión preventiva este miércoles, mientras que Aros pasará este jueves a control de detención para ser trasladado a Maullín.
La historia de Uribe cobró relevancia nacional tras ser recogidos por los medios la historia de su vida de ermitaño y su extraña desaparición.
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