A fines del 2018, se reportó que Chile estaba dentro del top 10 de países con el mayor crecimiento de casos de VIH. Cifras que alertaron a las autoridades, luego de que se registraran siete mil nuevos casos diagnosticados, y que 30 mil personas se encontraran infectadas y no lo sabían.
Debido a ello, cada semana se hacían ocho mil test, los cuales se hacían en las discoteques, a las universidades, a los conciertos y también a los recintos penales. La idea era que la persona sexualmente activa despejara dudas en solo 15 minutos. En solo dos meses y medio, se salvaron 215 vidas.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia del COVID-19, todas las campañas y recursos se enfocaron en combatirla. Según dicen los expertos, el VIH quedó invisibilizado.
De acuerdo con Carolina del Real, una mujer que tiene VIH hace más de 11 años, "el llamado era a no acercarse a ningún recinto hospitalario si no era una emergencia. Entonces, ¿Cómo va alguien a pedir un test rápido?".
Carolina, que comparte su experiencia a los jóvenes a través de redes sociales, dice que el uso del preservativo y la detección oportuna; "para eso es importantísimo el exámen. Saber hoy día es lo que podemos hacer para acabar con el VIH o hacer que retrocedan las tasas".
Si una persona no se hace el test, este no se detecta, y por consecuencia podría infectar a más personas, además de no contar con el tratamiento necesario a tiempo. Según reportes de Estados Unidos, el testeo del VIH cayó cerca de un 80%.
El infectólgo presidente de la Corporación Sida Chile, Carlos Beltrán, señaló que "durante la pandemia, hemos tenido, en algunos momentos, menos ingresos de casos nuevos. Ilusamente uno puede decir que con menos ingresos de casos nuevos, se está disminuyendo, pero lo más probable es que no estemos diagnosticando".
Asimismo agregó que ahora hay "enfermedades diagnosticadas más tardíamente, y eso sí lo estamos viendo, personas con VIH que llegan a servicios de urgencia ya con complicaciones graves".
Por su parte, el director del Centro VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Alejandro Afani, "al día de hoy, estamos viendo que otras enfermedades de transmisión sexual han ido creciendo. Todo ello indica que la actividad sexual en los jóvenes igual se ha mantenido durante este periodo. Requerimos una inyección importante y esfuerzo en hacer más diagnóstico, ofrecer el test a la gente de la población general, y focalizando en los grupos de mayor riesgo, en la gente joven".
Falta de test rápidos en el sistema de salud
A pesar de las alertas de los expertos, tanto en el sector público como en el privado, hay organizaciones que denuncian un quiebre de stock de test rápidos; la última partida distribuida en la red de salud tiene como fecha de vencimiento agosto de 2021.
De acuerdo a lo indicado por el director ejecutivo de Sida Maule, Michael Díaz. "hospitales, Cesfam y otras instituciones que trabajan en convenio con el Minsal, no cuentan con el dispositivo", situación que pudo ser comprobada por 24 Horas en dos centros de salud de la Región Metropolitana.
"El VIH no está en cuarentena, por lo tanto también las políticas públicas tienen que focalizarse en este tipo de enfermedades, que también tienen un alto nivel de transmisibilidad. Estamos a tres semanas de que se denuncia este quiebre de stock, y todavía no vemos ninguna solución por parte de la autoridad gubernamental", agrega Díaz.
Según consta en una orden de compra de la Cenabast, el 2 de junio de 2021 se adquirieron, a través de licitación pública, 150 mil kits de ensayos de la marca Testcare, con un costo de $122.451.000.
De estos, 50 mil se entregaron a los distintos Servicios de Salud, pero los laboratorios de seis regiones no pasaron el control de calidad, porque no cumplían con los requisitos mínimos de confiabilidad.
24 Horas tuvo acceso a una minuta del Ministerio de Salud, en la cual se explica que "se han presentado disconformidades en su evaluación técnica de calidad en los laboratorios locales y también se plantea problemas en las instrucciones entregadas por el fabricante en el inserto (folleto) del kit, relacionado con la poca claridad en la indicación del uso del gotario", lo cual podría inducir a errores de interpretación de los resultados.
Para Díaz, "se optó por una empresa que no tenía todas las certificaciones, y que tampoco logró acreditar que los test tuvieran la calidad necesarias, y hoy nos enfrentamos a la situación en la que estamos".
Debido a ello, se acordó que el ISP retendría todos los test hasta que finalice una investigación. Tras ello se definirá si se pone fin a contrato o no con el proveedor.
"Se cae la licitación y volvemos a foja cero. Por lo tanto, esta situación pudiese demorarse un par de semanas entre que el Instituto de Salud Pública, efectivamente le de luz verde a estos test o que diga que no se pueden ocupar, y tienen que nuevamente volver a un proceso licitatorio , lo que va a significar meses de volver a hacer este proceso", agrega Díaz.
El pasado 27 de julio, el diputado Diego Ibáñez envió un oficio al Ministerio de Salud para que informara a la Cámara sobre el quiebre de stock y las medidas que se tomarán. Por su parte, la Comisión de Salud del Senado también pidió al Ministro Enrique Paris un informe de las capacidades actuales de testeo de los establecimientos de salud en todo el país, argumentando que el VIH es una patología garantizada.
Desde el Minsal no tuvieron vocero disponible para responder las preguntas de 24 Horas, pero sí informaron que ante este escenario, mientras se desarrolla la investigación del ISP, se gestionó la compra de test rápidos de manera urgente, para ser distribuidos en las regiones de Arica, Coquimbo, Maule y en la Región Metropolitana.
Los nuevos test están siendo analizados para su validación, por lo que se estima que estarán disponibles en las próximas semanas. La segunda compra será distribuida en los próximos días, y que se reforzará el test Elisa a quien lo solicite.