Ya no hay respeto, tampoco miedo.
Un estudio demostró que casi el 80% de los conductores maneja y al mismo tiempo navega por Internet en sus smartphone.
La investigación arrojó que manipular el celular o tuitear mientras se conduce retarda en un 37% los tiempos de reacción.
Mismo efecto que produce el tomarse dos cervezas o una piscola y luego sentarse frente al volante y acelerar.
Es por ello que la falta de fiscalización se ha vuelto vital en esta impunidad en que se desenvuelven los conductores chilenos.
La nota con el periodista Davor Gjuranovic.