Una denuncia por acoso sexual y laboral ingresó al Servicio Electoral (Servel) a mediados de enero de este año. Apunta a Raúl García Aspillaga, director de la institución y fue realizada por una funcionaria desvinculada en diciembre pasado.
La ex trabajadora de Servel de iniciales L.E.N.S, se desarrolló como contadora pública y auditora de la subdirección de gasto y financiamiento durante el año 2017. Según la mujer, el director de la entidad habría utilizado su rol laboral como apoyo para realizar insinuaciones indebidas de carácter sexual.
En julio de ese año, García la habría invitado insistentemente a subir por las escaleras los 27 pisos de la Torre Centenario en el centro de Santiago, donde hay oficinas de la institución. Tras la negativa, el director de Servel finalmente la habría convencido en razón de que él era su jefe y debía seguir sus órdenes.
Según consigna La Tercera, al llegar al piso indicado se habría acercado a la trabajadora y le pondría sus manos en el cuello para tomar sus pulsaciones, propiciando un contacto físico que, según la denunciante, le resultó incómodo y con una clara intencionalidad sexual.
Otro antecedente apunta a una situación que ocurrió cuando la ex funcionaria se dirigía al Metro Bellas Artes. En plena calle se habría encontrado con García, quién la obligaría a acompañarlo desde calle Miraflores hasta su oficina en Esmeralda, todo fuera del horario laboral de la supuesta víctima.
Al llegar al inmueble, el director nacional de Servel habría cerrado la puerta para conversar a solas con ella, incluso sacando a los demás trabajadores que se encontraban desarrollando sus turnos. Para la mujer esta situación la hizo sentir insegura y detalló en el parte que no sería la primera vez que García la pasaba a ver, pese a que éste tiene un rango laboral mucho más elevado y que no constituye más relación con ella de lo normal.
En esa línea, la presunta víctima concluye que todas estas situaciones se enmarcan en un deseo de García para propiciar acercamientos impropios y extra laborales que ella no avalaba. Sin embargo, no hay registro de insinuaciones vía mensajes instantáneos o por correos electrónicos, por ello la mujer pide que se realicen una serie de diligencias para, con la ayuda de testigos que presenciaron las eventuales conductas, imponer una sanción a García Aspillaga.
La versión de García Aspillaga
Raúl García se desmarcó absolutamente de los hechos que se le indican. Para él, esta situación representa una revancha por su decisión de mantener fuera de la entidad a la mujer y no renovarle contrato.
El director nacional de Servel explicó a La Tercera que "la denunciante se trata de una ex funcionaria respecto de la cual este Director y a solicitud del jefe directo de la misma, decidió no renovarle su contrata a partir del 1 de enero de este año por mal desempeño. La denunciante solicitó reunión conmigo el 15 de diciembre del año pasado para solicitarme que revocara mi decisión de no renovarle su contrata y, ante mi negativa a hacerlo, decidió presentar denuncia".
De la misma forma, explicó que días antes de que se recibiera el escrito donde se le adjudica como autor de acoso sexual y laboral, un dirigente gremial "de forma muy amenazante", le advirtió que si no mantenía a la trabajadora implicada en el cargo, habría consecuencias. "Un recientemente electo dirigente de una de las asociaciones de funcionarios y con quien la denunciante tenía una relación muy estrecha, ante mi negativa a cambiar mi decisión de no renovar contrata de la denunciante por mal desempeño, me amenazó con denuncia por acoso sexual", enfatizó.
Finalmente, será el Consejo de la institución (tienen autoridad sobre el director García) la agrupación que determinará si abre una investigación sobre el caso, esto ya que el Ministerio Público, los Tribunales Laborales y la Contraloría se declararon incompetentes.