Gonzalo Zúñiga jamás imaginó que los 2 kilos que subió de peso podrían significar su despido. Pero así sucedió, y el año 2011 la armada chilena decidió dejar de contar con sus servicios solo por no poseer el "peso ideal".
Sin quedarse de brazos cruzados, el ex marino interpuso una demanda sustentada en discriminación arbitraria. De forma inédita, la justicia chilena falló a su favor, y Zúñiga será indemnizado con $20 millones.
El ex uniformado presentó sus servicios a la armada por 23 años, desempeñándose como guardia de cartel. No obstante, nada impidió que su baja nota en el acápite "condiciones físicas y salud", a causa de su peso, fuera razón suficiente para expulsarlo de la institución.
A pesar de que la armada podrá apelar, Zuñiga no descartar solicitar una indemnización aún mayor por el daño moral causado.