Un artículo que apareció en la revista científica Earth and Planetary Science Letters, estableció que el movimiento sísmico de Melinka de diciembre de 2016 podría considerarse como la última réplica del gran terremoto de 1960.
Esto, ya que la energía que liberó fue superior a la acumulada sólo por la acción de los años.
La investigación fue realizada por Diego Melgar titular del estudio, junto con los investigadores Sebastián Riquelme, Xiaohua Xu, Juan Carlos Báez, Jianghui Geng y Marcos Moreno. Dos de ellos investigadores de la Universidad de Chile.
"El terremoto de Melinka 2016 es importante porque es el primer evento significativo en el segmento Valdivia de la zona de subducción chilena desde el terremoto de 1960 M9.5", sostiene el documento.
Por su parte, Riquelme indica que para generar ese modelamiento matemático y llegar a la conclusión de que el evento de Melinka fue réplica del megaterremoto del 60, se emplearon datos de los acelerómetros y del sistema de geo referenciación del CSN.
"En particular hicimos una inversión conjunta con estos datos para poder determinar la fuente sísmica. Previo a ello, analizamos propiedades macroscópicas del evento, revisamos las localizaciones, la Fase-W y la magnitud estimada a partir del desplazamiento máximo (PGD, peak ground displacement). Esto es muy importante para poder encontrar el modelo de falla finita" explica el geófísico de la Universidad de Chile, Sebastián Riquelme.
Recordar que el terremoto de 1960 M9.5 Valdivia es el evento más grande en el mundo desde que existe registro instrumental. La ruptura se extiende en un segmento de cerca de 1000 kilómetros de longitud de la interfaz de la subducción chilena (placas de Nazca-Sudamericana) con un deslizamiento promedio de 20 metros.