El neonazi extraditado este viernes desde Argentina por el crimen de un joven punky hace casi ocho años en el persa Biobío, negó ser responsable del crimen.
César Esparza Zúñiga asegura que todo se trató de una pelea. Además, renegó de la ideología que profesó en la época en que ocurrió el asesinato de Tomás Vilches.
El hombre trabajó durante varios años en una tienda de tatuajes de Villa Crespo, en Buenos Aires. En ese lugar se hacía llamar César Fernández, pero una vecina lo reconoció y lo denunció.
Según la investigación policial, Esparza Zúñiga cruzó desde Chile hacia Mendoza por un paso no habilitado, siendo ayudado por grupos neonazis para trasladarse hasta la capital argentina.